Hazle caso a las siguientes estrategias y consigue un abdomen más fuerte y musculoso. Las miradas de las chicas serán tu premio.
Si no puedes ver las marcas de los músculos en tu abdomen, despreocúpate de los ejercicios o suplementos alimenticios. Échale la culpa a tu actitud. Deshacerte de las lonjas es un proceso duro: necesitas tiempo, mucho trabajo y, sobre todo, dedicación. Sigue los pasos correctos cada día, y poco a poco esculpirás tu abdomen. Únicamente debes ser constante.
La solución: existen hábitos muy sencillos para que te deshagas de la grasa de manera definitiva. Piensa en éstos como metas diarias diseñadas para que te mantengan en el carril hacia el físico que quieres. Si los ves aisladamente, no son sorprendentes, pero cuando los juntas se vuelven una poderosa herramienta.
La efectividad de estos hábitos está incluso verificada por científicos. En la Universidad de Lowa, en Estados Unidos, varios investigadores determinaron que las personas estarán más dispuestas a seguir sus planes de pérdida de grasa, cuando se enfocan en acciones específicas en lugar de resultados deseados. Entonces, en lugar de poner tu atención en un abdomen de lavadero, sigue mi lista de alimentos, ejercicio y estrategias de estilo de vida. El resultado: una mejora automática de tu abdomen.
Imagina que no tomas nada en todo el día (nada de café, agua o refresco). Al final de tu jornada laboral estarás muy seco. Justo eso te pasa por las noches. De ahora en adelante, toma por lo menos 500ml cuando te despiertes por la mañana. Científicos alemanes descubrieron recientemente que hacer esto acelerará tu metabolismo 24%. Además, un nuevo estudio demostró que las células crecen más rápido cuando están bien hidratadas. Finalmente, bebe dos litros de agua durante el resto del día.
Un estudio efectuado en la Universidad de Massachusetts, en Estados Unidos, demostró que los hombres que se saltan su comida matutina son cuatro veces más propensos a tener lonjas. Una hora después de despertar, ingiere una porción de proteínas (o una malteada) con por lo menos 250 calorías. Investigadores británicos encontraron que el tamaño del desayuno es inversamente proporcional al tamaño de cintura. En otras palabras, entre más grande el desayuno, más esbelta será tu parte media. Por supuesto, mantén el tamaño a un nivel razonable: un huevo revuelto con salchicha equivale a dos desayunos. Fija el límite a 500 calorías. Una receta rápida para llenarte de combustible es: un paquete de avena instantánea mezclado con una cucharada de proteína en polvo, y una taza y media de arándano.
Es importante que estés consciente de tu misión. Científicos de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, descubrieron que personas que monitorean su dieta y revisan sus metas de forma frecuente, tienen más posibilidades de cumplirlas, en comparación con los que se fijaban objetivos, pero nunca los tenían conscientes.
Todos tienen un abdomen, aun los que lo esconden detrás de sus lonjas. Esto significa que no tienes que hacer mil abdominales para esculpirlo. Lo que tienes que hacer es pasar tiempo en el gimnasio quemando grasa. La estrategia más efectiva es realizar una sesión de pesas con intervalos de entrenamiento de alta intensidad. Según un estudio de la Universidad de Southern Maine, en Estados Unidos, media hora de levantamiento de acero equivale a una velocidad de seis minutos por kilómetro y medio, durante el mismo tiempo (no olvides que también te ayuda a construir músculo). A diferencia del ejercicio aeróbico, se ha demostrado que el levantar pesas incrementa el metabolismo durante 39 horas después de la última repetición. Se han encontrado resultados similares en ejercicios de sprints con intervalos de descanso. Para mejores resultados, realiza un entrenamiento de todo el cuerpo tres veces por semana, con descanso de un día completo entre entrenamiento.
Necesitas dormir para que tu abdomen luzca. Una interrupción del descanso de tus ojos puede evitar que se produzca la hormona necesaria para quemar grasa. Por ejemplo, científicos de la Universidad de Chicago descubrieron recientemente que tres noches de poco sueño pueden hacer que las células musculares se vuelvan resistentes a la insulina. Con el tiempo esto acumula grasa en tu vientre. Para dormir mejor, revisa tus metas 15 minutos antes de acostarte. Y ya que estamos en eso, haz una lista de actividades a realizar al día siguiente, así como tareas personales que desees hacer. Esto puede prevenir que permanezcas despierto preocupándote por el mañana (“tengo que acordarme de enviarle un mail a”), lo cual evita que duermas como un bebé.
FUENTE: Men's Health's