Cómo detectar diabetes





Detectar cualquier enfermedad en sus etapas más tempranas es fundamental, y la diabetes no es la excepción. A menudo, los síntomas iniciales de la diabetes casi ni se notan, especialmente los de la del tipo 2, porque suelen ser muy leves, y es frecuente ignorarlos o atribuirlos a otro problema de salud.

Una persona con diabetes tipo 2 o diabetes gestacional no puede producir una cantidad suficiente de insulina o la que produce no es “sensible”, lo que significa que el cuerpo no puede utilizarla de manera adecuada. Una persona con diabetes tipo 2, produce nada o muy poca insulina.

Sin la insulina necesaria, las células del cuerpo no pueden utilizar la glucosa que está en la sangre y empiezan a tener hambre mientras que la glucosa se va acumulando en el torrente sanguíneo.

En respuesta de esta falta de energía en las células, el cerebro manda señales que le dicen al cuerpo que coma más. Mientras tanto, otras células del cuerpo intentan obtener energía rompiendo las células grasas y el músculo. El hígado puede convertir las proteínas del músculo en glucosa. Entonces un ciclo vicioso inicia: Se crea más glucosa pero no se puede transformar en energía debido a que no hay suficiente cantidad de insulina para llevar la glucosa del torrente sanguíneo a las células del cuerpo.

Tipos de diabetes

  • Diabetes tipo 1. Las edades más frecuentes en las que aparece son la infancia, la adolescencia y los primeros años de la vida adulta. Acostumbra a presentarse de forma brusca, y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares. Se debe a la destrucción progresiva de las células del páncreas, que son las que producen insulina. Ésta tiene que administrarse artificialmente desde el principio de la enfermedad. Sus síntomas particulares son el aumento de la necesidad de beber y de la cantidad de orina, la sensación de cansancio y la pérdida de peso.
  • Diabetes tipo 2. Se presenta generalmente en edades más avanzadas y es unas diez veces mas frecuente que la anterior. Por regla general, se da la circunstancia de que también la sufren o la han sufrido otras personas de la familia. Se origina debido a una producción de insulina escasa, junto con el aprovechamiento insuficiente de dicha sustancia por parte de la célula. Según qué defecto de los dos predomine, al paciente se le habrá de tratar con pastillas antidiabéticas o con insulina (o con una combinación de ambas). No acostumbra a presentar ningún tipo de molestia ni síntoma específico, por lo que puede pasar desapercibida para la persona afectada durante mucho tiempo.
  • Diabetes gestacional. Se considera una diabetes ocasional. Se puede controlar igual que los otros tipos de diabetes. Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía. A veces, este aumento no se produce y puede originar una diabetes por embarazo. Tampoco tiene síntomas y la detección se realiza casi siempre tras el análisis rutinario a que se someten todas las embarazadas a partir de las 24 semanas de gestación.

Algunas personas son más propensas a la diabetes.

  • La tendencia a desarrollar la diabetes tipo 2 se hereda (presente en el nacimiento)
  • Las personas que son obesas tienen un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 2
  • Las personas de ciertos grupos étnicos tienen un mayor riesgo de tener diabetes tipo 2

Síntomas de la diabetes tipo 2

Frecuentemente, la diabetes tipo 2 no tiene síntomas en su primera fase. Cuando se presentan los síntomas, podrían aparecer gradualmente y ser muy sutiles. Los síntomas podrían incluir:

  • Más apetito y sed
  • Entumecimiento u hormigueo en las manos o pies
  • Visión borrosa
  • Infecciones frecuentes de encías, piel, o vejiga
  • Curación lenta de heridas o llagas
  • Sensación de cansancio
  • Infecciones frecuentes
  • Orinar con más frecuencia y una mayor cantidad de orina
  • Disfunción eréctil.
  • Bulimia (polifagia)

La diabetes mellitus, la más común.

Existen varios tipos de diabetes. La más común es la diabetes mellitus, aunque también existen la gestacional y la MODY. Dentro de la diabetes mellitus hay dos tipos:

-Diabetes Mellitus tipo 1. El páncreas no produce o produce poca insulina.
-Diabetes Mellitus tipo 2. Las células del cuerpo no responden a la insulina.

Mucha sed y necesidad de orinar frecuentemente.
Ambas cosas son de las primeras señales típicas de la diabetes. La razón: si tienes diabetes, el exceso de glucosa o azúcar en la sangre se acumula, y tus riñones se ven obligados a trabajar más de lo normal para filtrarlo y absorberlo. Si tus riñones tienen dificultades para controlar los niveles elevados de azúcar, el exceso de glucosa se expulsa a través de la orina junto con los líquidos extraídos (que se sacan) de los tejidos. Eso te hace orinar con más frecuencia, lo que puede provocar deshidratación. Y mientras más líquidos bebas para calmar la sed que sientes, más orinas.

Fatiga.Otro de los primeros síntomas de la diabetes es la fatiga sin motivos aparentes. La causa principal de esa fatiga o cansancio es que el cuerpo de un diabético no tiene la insulina que necesita para que el azúcar en la sangre entre en las células, en donde se convierte en energía energía (porque no produce suficiente o porque no funciona bien, hay resistencia a la insulina). Sin la energía que sirve de combustible para que el cuerpo pueda funcionar, la persona se siente extremadamente cansada. Hay otros factores que pueden contribuir a la fatiga, sobre todo la deshidratación, la obesidad y la presión arterial elevada o hipertensión que frecuentemente se asocian a la diabetes.

Problemas de la piel e infecciones.

Los picores en la piel, por piel seca o por mala circulación, a menudo pueden ser una señal de la diabetes. También otros problemas de la piel, como la acantosis nigricans, un oscurecimiento de la epidermis alrededor del cuello o la axila.

Además, la diabetes, hace más probable que se sufran variedad de infecciones. Tanto hongos como bacterias se desarrollan en ambientes ricos en azúcar. Las mujeres, en particular, deben tener cuidado con las infecciones vaginales por cándida.

Visión borrosa, hormigueo, entumecimiento

Tener una visión distorsionada o ver destellos ocasionales de luz son una consecuencia directa de los niveles altos de azúcar en la sangre.

La visión borrosa es un problema de refracción. Cuando el nivel de glucosa en la sangre es alto, cambia la forma de la lente y el ojo. Este síntoma es reversible una vez que los niveles de azúcar en la sangre regresan a un nivel normal o casi normal. Sin embargo, si se permite que el azúcar en tu sangre no esté controlado durante mucho tiempo, la glucosa puede causar un daño permanente, incluso, la ceguera.

Por otro lado, el hormigueo o el entumecimiento en las manos y en los pies, además de ardor o hinchazón, son también signos de que los nervios están siendo dañados por la diabetes.

Cicatrización lenta.

Tanto los problemas del paso anterior, como los siguientes, raramente se producen sin que la enfermedad ya haya sido diagnosticada.

Las infecciones, cortes y contusiones que no se curan rápidamente son otro signo clásico de la diabetes y que se hacen más evidentes en enfermos ya diagnosticados. Esto suele ocurrir porque los vasos sanguíneos están siendo dañados por la excesiva cantidad de glucosa que viaja por venas y arterias.

Esto hace que sea difícil para la sangre -necesaria para facilitar la curación- llegar a las diferentes partes del cuerpo.

Fatiga e irritabilidad.

Cuando la gente tiene niveles altos de azúcar en la sangre, dependiendo de cuánto tiempo haya pasado, puede acostumbrarse a sentirse mal de forma crónica.

El tenerse que levantar al baño varias veces durante la noche hace que cualquier persona, al no dormir bien, esté cansada. Si a esto se añade el esfuerzo extra que el cuerpo realiza para compensar la deficiencia de glucosa, el cansancio aumenta.

Pérdida de peso pese a tener arrebatos de mucho apetito.

Los niveles excesivamente altos de azúcar en la sangre también pueden causar una pérdida rápida de peso. Un adulto que pierde de 5 a 10 kilos en dos o tres meses sin ningún motivo que lo justifique debería consultar con un médico.

Si la insulina no hace llegar la glucosa a las células, donde es usada como energía, el cuerpo ‘cree’ que está falto de alimento y comienza a descomponer las proteínas de los músculos como una fuente alternativa de combustible.

¿Qué tipo de diabetes tengo?
El diagnóstico de diabetes en un comienzo puede ser confuso pero la comprensión del tipo de diabetes y cómo tratarlo puede hacer sentirte mejor tanto emocional como físicamente .

En cualquier caso, los síntomas de la diabetes tipo 1 suelen ser mucho más acusados que los de la diabetes tipo 2. Así, a veces el primer síntoma de la diabetes mellitus tipo 1 puede ser uncoma diabético provocado por niveles de azúcar en la sangre demasiado altos. En el comadiabético se produce la pérdida de la consciencia y un olor típico del aliento a acetona.

FUENTE: Buena Salud




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