Conocemos ya muchos motivos para reducir el consumo de sal, pero hablemos de cómo hacerlo, en especial cuando está oculta en los alimentos que nos encantan.
Cuando reducimos el consumo de sodio, es importante comenzar lentamente, pues hacerlo de golpe puede impactar nuestras papilas gustativas. "Si intentas hacer sopa de pollo sin sal, notarás la diferencia", advirtió Sonya Angelone, una dietista certificada experta en nutrición cardiovascular y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos. En lugar de suprimir la sal por completo, comienza usando la mitad de la cantidad de sal que normalmente emplearías.
También puedes buscar versiones bajas o reducidas en sodio de tus comidas favoritas, o elaborar tus propias versiones, como la salsa casera para espaguetis. Por ejemplo, la salsa de tomate enlatada puede tener 1,000 miligramos de sodio por porción. "Pero los tomates enlatados tienen aproximadamente 300 miligramos, y el puré de tomate tiene muy poco sodio, por lo que puedes añadir agua o caldo de pollo bajo en sodio" para hacer una salsa, sugirió Angelone.
Usar hierbas y especias puede ayudar a resaltar el sabor de los alimentos sin sal. Las mezclas de especias sin sal, que se venden en el súper, pueden ser útiles durante el cocinado. Puedes usar una mezcla mexicana con comino, chile y paprika ahumada para preparar chili, en tanto que las mezclas que contienen romero, tomillo y orégano podrían ser muy adecuadas para los platos italianos, explicó Angelone.
Cuando comas fuera, puedes pedir verduras y pescado al vapor y evitar las salsas. Y cuando compres alimentos, compara los valores de sodio de alimentos similares. "Algunos panes pueden tener 400 miligramos; otros 200", dijo Angelone. Los panes son la principal fuente de sodio en la dieta estadounidense, de acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón, junto con los embutidos y carnes curadas, las pizzas, sopas, sándwiches y aves.
Asegúrate de buscar fuentes ocultas de sodio. Las palabras para el sodio en las etiquetas de los alimentos incluyen fleur de sel, glutamato monosódico y guanilato disódico. Y no te dejes engañar por las diferentes formas de sal, que pueden parecer más saludables de lo que son. "La sal rosada del Himalyan, la sal kosher o la sal marina tienen la misma cantidad de sodio", dijo Angelone.
FUENTE: Expansion