La temporada de festivales siempre lanza al estrellato a un actor que, en pocos días, pasa de ser un desconocido a conquistar el corazón del público cinéfilo. En los últimos años ha ocurrido con el pequeño Jacob Tremblay en La habitación –en breve se estrena en abierto en Telecinco– o por supuesto con Timotheeé Chalamet, un auténtico icono desde que nos dejó sin aliento con su despertar amoroso y sexual en Call Me By Your Name. Los dos lograron su nominación al Oscar, algo que en principio no va a ocurrir –porque no existe categoría– con la gran revelación del Festival de Toronto.

¿De quién hablamos? La pregunta más bien es de qué hablamos. Al grano: del pene de Chris Pine.

El festival canadiense ha sido el elegido por Netflix para la puesta de largo de El rey proscrito, una de sus bazas más potentes junto a la Roma de Cuarón para colar sus películas originales en la zona de premios. Ya cuando vimos el tráiler avanzamos que esta cinta épica usa las mismas armas que Braveheart para conquistar a público y crítica… ¿Os acordáis de la escena en la que Mel Gibson enseña el culo levantando su falda escocesa? Pues parece que Chris Pine va todavía más lejos en su entrega a la hora de convertirse en Robert I Bruce, un noble escocés que se rebela contra la ocupación de Eduardo I de Inglaterra. Al parecer, también se rebela contra la ropa interior, y las escenas en las que saca a relucir su mejor arma se llevan toda la atención de la película.

Según Variety, la película quiere "seducir y tentar" al público de Netflix con estas escenas de desnudo explícito de Chris Pine, como si un miembro viril –que tiene nombres mil, gracias Leonardo Dantés– fuera el mejor reclamo para atraer al público. Pero es que, según se deduce de las palabras de los críticos, no es un 'pine' cualquiera. En Vulture lo describen así: "Es un nivel de desnudo que no se ve habitualmente de una estrella masculina, y para ser honestos, hace que Justin Theroux parezca Buffalo Bill". Theroux es famoso por la generosidad de sus atributos, pero la verdad es que no sabemos qué pinta el pobre Buffalo Bill en la ecuación. En los medios se habla también de "troncho real", de "arbusto medieval"… En fin, poesía.

Por lo demás se comenta que la película es un pelín soporífera, y que el verdadero protagonista no es Chris Pine, sino Aaron Taylor-Johnson. Pero está claro qué actor secundario es el que se va a llevar todos los titulares.