El gobierno federal decidió pasar a la acción oponiéndose a una práctica denunciada desde hace mucho tiempo por la comunidad LGBTQ +. Y a ese efecto presentará un proyecto de ley con el propósito de prohibir la terapia de conversión en el país.
El ministro de Justicia, David Lametti, y el ministro de la Diversidad, Bardish Chagger, presentarán hoy un proyecto de ley para enmendar el Código Penal con el objetivo de prohibir las terapias de conversión y trabajar con las provincias y territorios para poner fin a esta práctica en Canadá.
Las terapias de conversión o las terapias de reorientación sexual son intervenciones psicológicas o espirituales destinadas a cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona, ya sea a través de psicoterapia, medicamentos o una combinación de los dos.
Según la Asociación Psicológica Canadiense (CPA) las terapias de conversión pueden provocar “consecuencias negativas, como angustia, ansiedad, depresión, una imagen negativa de uno mismo, una sensación de fracaso personal, dificultad para mantener relaciones y disfunción sexual”.
Para el gobierno liberal de Justin Trudeau la terapia de conversión es una «práctica desacreditada por la comunidad científica que se dirige a los canadienses LGBTQ2 vulnerables». Porque no funciona y carece “de una base científica”.
En 2012, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una declaración indicando que este tipo de terapia representa una seria amenaza para la salud y los derechos de los afectados.
«La homosexualidad no es un trastorno ni una enfermedad en ninguna de estas manifestaciones individuales y, por lo tanto, no requiere tratamiento».
-OMS
En 2015 la provincia de Ontario declaró ilegales en todo su territorio las prácticas de las terapias destinadas a cambiar la orientación sexual.
En Manitoba, los profesionales de la salud tienen prohibido ofrecer terapia de conversión.
En Nueva Escocia, desde septiembre de 2018, las terapias de conversión han sido ilegales para cualquier persona menor de 19 años y, para los adultos, no son asegurables.
El ayuntamiento de St. Albert, al noroeste de la ciudad de Edmonton, provincia de Alberta, votó por unanimidaden julio 2019 a favor de una moción para prohibir la terapia de conversión en su territorio.
Finalmente la ciudad de Vancouver en la provincia de Columbia Británica aprobó una ley que prohíbe a las empresas ofrecer tales terapias.
FUENTE: RCI