Tal vez muchos de los que nacimos en los años ochenta del siglo pasado y nos picó el zancudo que transmitía el interés por la lectura recordemos los libros de la editorial estadounidense Bantam Books —cuyos derechos de publicación compró SM para España, Altántida para Argentina o Terracota para México—, cuya colección Elige tu propia aventura estaba compuesta por obras de hiperficción explorativa, es decir, volúmenes en los que el lector selecciona entre varias opciones lo que sucede en ciertos puntos, saltando de unas páginas a otras, y decidiendo así el rumbo de la intriga, determinado de todos modos por el autor, que ha escrito cada trayecto. Se trata de lo más cercano a la lectura interactiva, como la última apuesta del británico Charlie Brooker (Dead Set) para su conocida serie antológica lo es del cine interactivo: el largometraje Black Mirror: Bandersnatch.
Hannibal (Bryan Fuller, 2013-2015), American Gods (Fuller y Michael Green, desde 2017) y, sí, Black Mirror (desde 2011), para la que elaboró el capítulo “Metalhead” (4x05).
Netflix
Netflix, con la posibilidad de visionado en televisiones inteligentes, ordenadores portátiles, tabletas y teléfonos móviles, los únicos aparatos que garantizan físicamente que se interactúe para el desarrollo del misterio, porque en una sala de proyección no era factible en absoluto. No obstante, su planificación audiovisual no pasa de lo utilitario, de lo que conviene en cada secuencia sin lucimiento alguno, ideas memorables ni, entonces, “dejarse ver” como director; lo cual permite que el peso de la función cinematográfica lo asuman los cinco actores principales, el montaje interactivo y el guion de Charlie Brooker, que es lo que alberga más miga de todo el filme.
Se podría argüir que si él, como creador de Black Mirror, lo ha firmado, el espíritu de la serie se mantendrá en Bandersnatch, pero también es el responsable de la letra de “San Junipero” (3x04), “USS Callister” (4x01) y “Hang the DJ” (4x04), que traicionan la esencia desoladora del espectáculo asociada a los avances tecnológicos como “Black Musseum” (4x06). Por fortuna, aquí la ha respetado, en una película cuyos derroteros duran los 300 minutos que bien pudieran dedicarse a una temporada completa, a lo largo de los que su complejidad temática y referencial complace bastante: Brooker a alimentado a su criatura con el cuestionamiento de la realidad que en algunas secuencias recuerda a Matrix (Lilly y Lana Watchowski, 1999) y dimes y diretes con cambiar el pasado que nos traen a la memoria Groundhog Day (Harold Ramis, 1993) o Mr. Nobody (Jaco Van Dormael, 2009).
Dunkerque) y sus interacciones con Peter Butler (Craig Parkinson), Colin Ritman (Will Poulter), la doctora Haynes (Alice Lowe) o Mohan Tucker (Asim Chaudhry).
Netflix
videojuegosde realidad virtual, lo que nos proponen en este filme entraña todo el sentido del mundo siguiendo esa línea, y la vivencia de los espectadores entregados con lo que nos descerrajan en cierta escena no podría ser más lógica que como termina siendo, por mucho que todos los caminos acaben en Roma.
FUENTE: Hipertextual