FRUTOS SECOS
No hace tanto que los frutos secos estaban vetados de cualquier dieta a causa de su alto contenido en grasas y calorías. Pero los últimos trabajos científicos prácticamente lo califican de superalimento. De hecho, Según un reciente estudio de laUniversidad de Loma Lindaen California (EE.UU.), publicado en la revista «PLOS ONE», las personas que toman con frecuencia almendras, nueces de Brasil, anacardos, avellanas, nueces de macadamia, pacanas, piñones, pistachos y nueces, también tienen menos probabilidad de padecer obesidad.
Un informe reciente de la OMS sobre la posibilidad de que el café y otras infusiones muy calientes puedan causar cáncer, ha vuelto a poner a esta bebida de actualidad. Además, también estaba considerado como inductor de enfermedades cardíacas. Pero a día de hoy se le atribuyen más beneficios que prejuicios: el café puede hacer que nos volvamos más inteligentes, mejorar el rendimiento deportivo, reducir el riesgo de demencia y mejorar la salud del hígado. Además, es un potencial antioxidante, antidepresivo para las mujeres y contribuye al freno de la diabetes.
HUEVOS
Seguro que lo recuerdas: la recomendación de que uno no podía consumir más de un par de huevos a las semana. Pero resulta que ya no son tan malos. En 2011, la revista European Journal of Nutrition concluyó que los huevosno contribuyen a las enfermedades cardiovasculares que se les atribuían, como un aumento alarmante del colesterol y a la gran cantidad de grasas incluidas en la yema.
La leche ha pasado unos años de mala fama en los que no se recomendaba su consumo por ser acusada de alimento indigesto y graso. En realidad, la leche es uno de los alimentos más completos que existen, tanto es así que como mamíferos que somos, un bebé puede alimentarse solamente con leche hasta los 6 meses, una etapa crucial en el desarrollo físico e intelectual.
PATATAS
Las dietas suelen obviar los hidratos de carbono en sus listas, y casi nunca incluyen a las patatas entre los alimentos permitidos. Ahora los nutricionistas recomiendan a estos temidos ingredientes como fuentes ricas en potasio, niacina, fibra –en la piel– y vitaminas C y B6. Hervidas, al horno o asadas, proporcionan buenas dosis de beneficios para el organismo. Eso sí, al freírlas se les agrega grasa innecesaria... y untarlas con mantequilla tras su asado tampoco es una buena práctica.
FUENTE: Mens Health