El viejo cuento: de niño querías crecer, te imaginabas en una gran mansión, rodeado de todas tus cosas favoritas y haciendo lo que te apasiona. Y, entonces, llega la adultez y te das cuenta de que no es tan fácil como creías. Las cuentas no se pagan solas, el dinero verdaderamente cuesta sangre y sudor, el refrigerador no se llena mágicamente y los intereses crecen a pasos agigantados. Mientras más pasan los años, más aprecias las bondades de la infancia, y lo piensas todos los días: “can’t adult today…”.
Lo más difícil de ser adulto son las cuentas. Admitámoslo, sin pena: es increíblemente fácil llegar a los números rojos. Un día estás disfrutando de cafés de Starbucks con leche de almendra por la mañana, y al siguiente te encuentras tratando de llegar a fin de mes con $200 en efectivo. Y el mayor conflicto es el siguiente: cuando intentas ahorrar, tu vida social se ve profundamente afectada.
Jennifer Aniston como Rachel Green en 'Friends'
Foto: Cortesía
Porque la cosa está así: sí, quieres ahorrar, pero no pasar el resto de tus días encerrada en casa. Entonces, el objetivo es reducir tus gastos sin sacrificar las citas, comidas con amigas o noches de drinks y baile. Pareciera un resto casi imposible, pero tenemos noticias: es posible. ¿Cómo? Sólo deberás seguir estos seis sencillos consejos. De nada.
Fija un presupuesto mensual para comidas. No es necesario que cada vez que comas fuera te sientas culpable. Establece un límite de dinero destinado específicamente hacia este fin y mantente dentro de él. Quizás tengas que sacrificar tu ida diaria a Starbucks, pero aquellas comidas o cenas semanales con tus amigas puedan mantenerse.
Replantea tus vacaciones. Si estás intentando ahorrar, tendrás que pensar muy bien tus próximas vacaciones. No descartes la idea de viajar por completo, simplemente haz ciertos ajustes. Hazlo durante temporada baja, ve a destinos que sean económicos y cambia el hotel de lujo por un Airbnb.
No frecuentes a esas amistades que te hacen gastar de más.Todos tenemos al menos un amigo o amiga con quien nuestros gastos siempre terminan multiplicándose. Quizás se deba a que siempre eligen los lugares más caros o estimulan tu impulso por comprar, pero sea como sea, necesitarás un respiro de ella. Procura no frecuentarla tanto, o hacerlo en lugares dentro de tu zona de confort, como tu casa o un café.
Dile sí a los planes gratis. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a un museo con tus amigos? ¿O a un parque? En una ciudad como la CDMX existen infinidad de planes que no tienen costo alguno; desde conciertos y proyecciones de películas, hasta exhibiciones de arte.
Precopea. Seamos sinceros: aquellas noches de drinks resultan muy costosas. No tienes que sacrificar las noches de fiesta, sólo haz ajustes. Cita a tus amigos en tu casa y disfruten de unos cuantos cocteles caseros antes de salir, esto reducirá tu consumo en el bar y, por lo tanto, tu gasto.
Regala con consciencia. ¿Tienes una fiesta o una boda próximamente? Hacer un regalo con bajo presupuesto no necesariamente significa dar algo ‘cheap’. Puedes dar un regalo increíblemente considerado sin gastarte todos tus ahorros. ¿Y si imprimes una foto de un momento especial y la mandas a enmarcar? Deja volar tu creatividad.
FUENTE: Vogue