Aquí hay una muy buena razón para echar la flojera por la mañana.
Como pasas más o menos la tercera parte de tu vida dormido, tu colchón puede ser considerado tu hogar. Pues resulta que estás viviendo en la suciedad.
Según el Sleep Council, los colchones viejos –regularmente los que tienen 10 o más años- proveen un ambiente propicio para las bacterias, incluyendo staphylococcus, enterococcus, norovirus y, en casos raros, staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM).
El moho puede ser también un problema si tu cuarto es húmedo.
La solución, por raro que parezca, es dejar de tender la cama por la mañana. A las bacterias y al moho les gustan los ambientes oscuros y cálidos, así que dejar el colchónexpuesto al aire puede ayudar. (No necesitas quitar las sábanas, solo quita el pesado edredón y las cobijas).
Aquí hay tres causas más por las que tu colchón te está enfermando:
Poliuretano, formaldehído y ácido bórico son solo algunos de los químicos que podemos encontrar en colchones comunes.
El poliuretano flamable, así que para cumplir con regulaciones de seguridad, muchas manufactureras tratan los colchones con químicos retardantes de fuego que lentamente liberan toxinas con el tiempo y pueden ser encontrados en el tejido planetario de las mujeres embarazadas.
Otros químicos que liberan gases pueden irritar tus ojos, garganta, nariz y pulmones, y son vinculados con alergias, toxicidad para los órganos y en algunos casos cáncer.
Compra un colchón orgánico. Busca la Norma Textil Orgánica Global y la Norma de Látex Orgánico Global, las cuales certifican que al menos el 95 por ciento de los materiales son orgánicos y que el resto no pueden contener químicos retardantes de fuego o poliuretano.
También busca la norma Oeko-Tex Standard 100, la cual fija los límites de emisiones químicas y certifica que el producto no contiene ciertos químicos retardantes de fuego o colorantes que provocan alergias.
Ya sea que tengas un colchón tradicional de resortes o espuma, eventualmente perderá su elasticidad y comenzará a hundir en las áreas más usadas. Un colchón disparejo no soportará tu cuerpo adecuadamente y puede provocar dolor en la espalda, el cuello y las articulaciones, así como interrumpir tu ciclo de sueño.
Dale vuelta a tu colchón regularmente. Esto prevendrá que tu cuerpo se hunda en las áreas usadas del colchón y te ayudará a tener tus ocho horas de sueño.
Si darle la vuelta al colchón no te ayuda a liberar tensión en el cuerpo, analiza invertir en uno nuevo y orgánico.
Tu colchón puede ser el hogar de cientos de miles de chinches y ácaros con los que te acurrucas cada noche -tantos que es posible que inhales los desechos fecales que estos bichos dejan en tu almohada y sábanas.
¿Asqueroso? Según la Asociación para el Control de Plagas de los Estados Unidos, el colchón promedio puede tener entre 100,000 y 2 millones de caros y, luego de una década, el peso del colchó se puede duplicar gracias a su presencia.
Desafortunadamente, los colchones no es el único lugar en donde se encuentran chinches y caros. El Departamento de Entomología de la Universidad Estatal de Ohio demostró que hasta el 10 por ciento del peso de una almohada de dos años puede atribuirse a los ácaros y a su excremento.
Compra un protector para el colchón y aspíralo al menos una vez por semana.
FUENTE: Men's Health