Hidratarse es muy bueno, además de limpiar el organismo, una adecuada hidratación te ayuda a mejorar el aspecto de tu piel. La cafeína, el ejercicio y el calor son factores que deshidratan. Comúnmente se recomiendan dos litros de agua a día, pero la cantidad puede cambiar con base en tus actividades.
No esperes a tener sed para beber agua. Consume entre seis a ocho vasos de agua al día.
Cenar y dormir no son una buena idea, irse a la cama después de comer es un mal hábito, sobre todo si lo que se cenó fue bastante.
El ejercicio es tu mejor aliado para mantenerte saludable a lo largo de toda tu vida. Puedes iniciar con 10 minutos al día de caminata.
El cerebro tarda entre 15 a 20 minutos en recibir la señal de que se está comiendo. Inicia tus comidas primero con la ensalada, después con el guisado y al final la pasta.
Si te encuentras en un restaurante y vas acompañado(a), comparte el postre.
Desayuna, desayuna, desayuna. De esta manera ayudarás a tu cuerpo a que no haga reservas de energía y te podría ayudar a controlar el peso.
Realiza colaciones entre comidas, así evitarás comer más de lo necesario en la siguiente comida.
FUENTE: Cliki Salud