Es un fenómeno del corredor comienzas a correr más kilómetros y empiezas a ganar de peso, emm eso no debería suceder. Por eso te decimos 6 errores que debes evitar para eliminar esos kilos no deseados.
Las carreras en la madrugada podrían cortar tus sesiones de sueño, dejándote fatigado durante el día. Además de eso, podrías estar haciendo hincapié en tu cuerpo con un plan de entrenamiento muy duro para el cuál todavía no estabas listo. Por lo que en respuesta a esto, el cuerpo a menudo anhela calorías adicionales como una fuente rápida de energía.
En términos de sueño, mira tus hábitos. Eso puede ser algo tan simple como apagar el televisor una hora antes para que puedas recuperar el tiempo perdido en la mañana. Si tu entrenamiento está dejando tu cuerpo agotado, es importante examinar tu dieta y hacer los ajustes necesarios.
¿Has escuchado que se queman 100 calorías por kilómetro y medio? Si bien eso es generalmente cierto (aunque difiere para todos), los atletas no deben contar calorías, incluso aquellos que buscan perder peso. Pensar en las comidas como puramente un juego de números asegura que se convertirá en algo que está fuera de contacto con tu cuerpo.
Lo que puedes cambiar:
Deja que tus señales internas de hambre sean tu guía. Trata de prestar atención a las señales de plenitud, como la presión en el estómago y trata de disfrutar de tus comidas.
A pesar de que puede ser un shock -¿cómo gano un kilo en una noche?- es totalmente normal ver un salto en la báscula en este momento. Cuando has estado comiendo más carbohidratos, tus músculos almacenan carbohidratos (glucógeno) y agua, por lo que es probable que el peso sea de agua.
Lo que puedes cambiar:
La clave es resistirse a sentirse frustrado y tirar la toalla. No reaccionar exageradamente.
Muchos que hacen ejercicio quieren comer alimentos bajos en calorías tanto como sea posible para bajar de peso. El problema: En un esfuerzo por evitar, por ejemplo, la pasta, puede que te restrinjas demasiado, lo que puede hacer que rompas tu dieta y te comas unas galletas.
Lo que puedes cambiar:
Todos los alimentos encajan en la dieta de un corredor sano, así que no hagas caso a las etiquetas. Concéntrate en lo que tu cuerpo anhela de combustible, incluyendo carbohidratos saludables, proteína y grasa. Tener ese equilibrio te ayudará a resistir los atracones más adelante.
Acabas de correr 10 kilómetros, por lo que piensas que te mereces comerte una dona o un pan dulce en el desayuno ¿verdad? Si bien puedes haber corrido una hora y media, puedes fácilmente reponer las calorías quemadas en 5 minutos con comida chatarra.
Lo que puedes cambiar:
Después de una larga corrida, céntrate en obtener una buena nutrición para reponer las reservas de glucógeno y estimular la recuperación muscular. Por ejemplo puedes comer una manzana con crema de almendra, o un lleno de proteínas o una tortilla integral con frijoles negros y aguacate. En el almuerzo o la cena, disfruta de un cono de helado, porque si hay un momento para hacerlo, es en un día donde corriste varios kilómetros. Sólo ten cuidado de que no comas libre en todas las comidas.
Hay tanto énfasis en mantenerse alimentado durante las carreras que algunos corredores reciben demasiadas calorías en forma de geles, bebidas deportivas, frijoles y otros productos. Pero por ejemplo, menos de una botella de Gatorade tiene 80 calorías, mientras que un gel energético contiene 100 calorías. Agrégale a eso un snack antes y después del entrenamiento, y las cosas se van sumando.
Lo que puedes cambiar:
Si comes un snack antes de tu entrenamiento, no necesitas más combustible a menos que estés corriendo por más de 75 minutos. El agua suele ser suficiente para distancias cortas. En largos recorridos, puedes consumir de 30 a 60 gramos de carbohidratos por hora de ejercicio.
FUENTE: Bekia