Cada vez somos más esclavos del microondas. La falta de tiempo, el cansancio, la necesidad de comer algo rápido nos lleva a utilizar este electrodoméstico muy a menudo. Y resulta que algo tan inofensivo esconde sus peligros.
Ya sea a la hora de calentarnos la comida de la fiambrera en la oficina o para descongelar ese pedazo de carne que teníamos reservado, muchos de nosotros tiramos del micro al menos un par de veces al día.
El problema es que no todos los alimentos se pueden meter tan alegremente en el interior de este fiel aparato. Recalentar según qué cosas puede despertar un ejército de bacterias que, una vez en el interior de tus entrañas, se dedicarían a hacerte la vida un poco más difícil.
¿Qué hacer? Identificar a los malos, por supuesto. Y tomar las siguientes medidas con los enemigos:
1. ARROZ Y PASTA
Es uno de los clásicos de la comida recalentada. De hecho muchos apreciamos su sabor al día siguiente de haberlo cocinado. El problema es que las bacterias que contiene el arroz, a pesar de morir tras haber sido calentado, pueden llegar a producir esporas muy tóxicas y resistentes. El resultado: problemas estomacales y vómitos. Algo que se puede evitar consumiéndolo inmediatamente después de su preparación. Si te resulta imposible, mételo en el frigo. Y otra cosa: no deberías dejar pasar más de 24 horas hasta su consumo.
1. ARROZ Y PASTA
Es uno de los clásicos de la comida recalentada. De hecho muchos apreciamos su sabor al día siguiente de haberlo cocinado. El problema es que las bacterias que contiene el arroz, a pesar de morir tras haber sido calentado, pueden llegar a producir esporas muy tóxicas y resistentes. El resultado: problemas estomacales y vómitos. Algo que se puede evitar consumiéndolo inmediatamente después de su preparación. Si te resulta imposible, mételo en el frigo. Y otra cosa: no deberías dejar pasar más de 24 horas hasta su consumo.
2. POLLO
Uno de los alimentos más delicados. No cabe duda de que el calor es el mejor método para matar las bacterias, pero en el caso del pollo no basta sólo con eso. El fantasma de la salmonela planea siempre sobre esta ave y una preparación insuficiente aumenta el riesgo. La carne tiene que estar igual de cocinada por todas las partes. Presta atención cuando lo recalientes en el micro: el calor no penetra igual por todas partes. Para asegurarte de que no hay peligro, fíjate que no quedan partes rosadas en la carne.
2. POLLO
Uno de los alimentos más delicados. No cabe duda de que el calor es el mejor método para matar las bacterias, pero en el caso del pollo no basta sólo con eso. El fantasma de la salmonela planea siempre sobre esta ave y una preparación insuficiente aumenta el riesgo. La carne tiene que estar igual de cocinada por todas las partes. Presta atención cuando lo recalientes en el micro: el calor no penetra igual por todas partes. Para asegurarte de que no hay peligro, fíjate que no quedan partes rosadas en la carne.
3. HUEVO
Ojo con el huevo. Y no sólo el huevo en sí mismo, también cualquier cosa que lo contenga, ya sean sopas, revueltos, pizza o tortilla. Los riesgos con este alimentos son altos y puede provocar muchas complicaciones estomacales. Recuerda que no lo puedes dejar al aire libre, ni tampoco calentarlo demasiado (aumenta el número de bacterias). Lo mejor: consumirlo recién hecho.
3. HUEVO
Ojo con el huevo. Y no sólo el huevo en sí mismo, también cualquier cosa que lo contenga, ya sean sopas, revueltos, pizza o tortilla. Los riesgos con este alimentos son altos y puede provocar muchas complicaciones estomacales. Recuerda que no lo puedes dejar al aire libre, ni tampoco calentarlo demasiado (aumenta el número de bacterias). Lo mejor: consumirlo recién hecho.
4. PESCADO Y MARISCO
Otro de los alimentos más delicados. Igual que en el caso del huevo, lo mejor que puedes hacer con el pescado y el marisco es consumirlo en el momento que se cocina. No sólo para evitar posibles intoxicaciones, también porque el pescado, al recalentarlo en el micoondas, casi siempre pierde todas sus propiedades. Vamos, que se esfuman sus vitaminas y nutrientes, con lo que ya te puedes despedir de los muchos beneficios para la salud que obtienes al consumir este tipo de alimento.
4. PESCADO Y MARISCO
Otro de los alimentos más delicados. Igual que en el caso del huevo, lo mejor que puedes hacer con el pescado y el marisco es consumirlo en el momento que se cocina. No sólo para evitar posibles intoxicaciones, también porque el pescado, al recalentarlo en el micoondas, casi siempre pierde todas sus propiedades. Vamos, que se esfuman sus vitaminas y nutrientes, con lo que ya te puedes despedir de los muchos beneficios para la salud que obtienes al consumir este tipo de alimento.
5. PATATA
Las patatas son un ambiente perfecto para el crecimiento del el bacilo que causa el botulismo, sobre todo si se conservan en un recipiente cerrado. Produce esporas que sobreviven en los alimentos mal conservados o mal enlatados, donde generan una toxina. Al ingerirla, incluso cantidades pequeñísimas de esta toxina pueden provocar intoxicación grave.
Además, el calor no funciona siempre y al recalentar las patatas no siempre acaba con las bacterias. Lo mejor que puedes hacer es conservarlas siempre en frío. O lo que no paramos de repetir en este artículo: consumirlas en el momento.
5. PATATA
Las patatas son un ambiente perfecto para el crecimiento del el bacilo que causa el botulismo, sobre todo si se conservan en un recipiente cerrado. Produce esporas que sobreviven en los alimentos mal conservados o mal enlatados, donde generan una toxina. Al ingerirla, incluso cantidades pequeñísimas de esta toxina pueden provocar intoxicación grave.
Además, el calor no funciona siempre y al recalentar las patatas no siempre acaba con las bacterias. Lo mejor que puedes hacer es conservarlas siempre en frío. O lo que no paramos de repetir en este artículo: consumirlas en el momento.
6. ESPINACAS
En circunstancias normales, tanto el apio como las espinacas son verdaderos titanes de la nutrición. Eso que se conoce como súper alimentos: contienen hierro, calcio y potasio. El problema es que también contienen grandes concentraciones de nitrato, y eso ya no es tan bueno. Esta sustancia es una especie de Jekyll yHyde. Si se la deja en paz, es completamente inofensiva. Pero cuando las espinacas se calientan, almacenan y, se vuelven a someter a calor los nitratos se convierte en nitritos y de ahí en nitrosaminas, algunas de las cuales se conocen por ser cancerígenas
6. ESPINACAS
En circunstancias normales, tanto el apio como las espinacas son verdaderos titanes de la nutrición. Eso que se conoce como súper alimentos: contienen hierro, calcio y potasio. El problema es que también contienen grandes concentraciones de nitrato, y eso ya no es tan bueno. Esta sustancia es una especie de Jekyll yHyde. Si se la deja en paz, es completamente inofensiva. Pero cuando las espinacas se calientan, almacenan y, se vuelven a someter a calor los nitratos se convierte en nitritos y de ahí en nitrosaminas, algunas de las cuales se conocen por ser cancerígenas
EVÍTALO ASÍ:
Según la Agencia de Estándares Alimentarios de Reino Unido (FSA), que publicó recientemente un estudio sobre la posible toxicidad de algunos alimentos preparados en el microondas, lo más recomendable es recalentarlos sólo una vez. Y siempre hasta los 74º C, temperatura que elimina a las bacterias. El calor es extremadamente importante. La FSA alerta de que éstas pueden estar todavía presentes si quedan partes frías en la comida.
Vale, a lo mejor te hemos metido el miedo en el cuerpo con tanto hablar de intoxicaciones y bichos perversos dispuestos a destrozarte las tripas. Y tampoco es eso. Porque en esto de las bacterias hay mucho leyenda y confusión.
FUENTE: Mens Health