Este 18 de agosto, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) dio a conocer que en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, de la Ciudad de México, viajan con nosotros hasta 50 mil tipos de bacterias, además del virus que provoca el COVID-19.
Por medio de un estudio que se realizó en 2017, investigadores de la UAM Cuajimalpa informaron que hasta 50 mil bacterias viven en las instalaciones del Metro. Sí, la doctora Mariana Peimbert Torres, profesora de Ciencias Naturales de esta casa de estudios, señaló que si bien su presencia no significa un riesgo grave, los usuarios deben estar atentos.
Esta especialista, junto a otros de la UAM y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han realizado diferentes monitoreos en 24 de las 195 estaciones del Metro con la finalidad de conocer la clase de bacterias que circulan en las instalaciones de este medio de transporte.
Sí, al respecto, Peimbert Torres comenta que su objetivo era encontrar el tipo de microorganismos con los que convivimos cuando viajamos, pues cada persona “tiene muchos de ellos en nariz, boca o intestino, lo que quiere decir que somos un saco lleno de microbios”.
Aunque este estudio logró encontrar hasta 50 mil tipos de bacterias en el Metro capitalino, la especialista también explica que estos microorganismos habitan normalmente en personas sanas, por lo que en realidad no significan un riesgo grave.
Así es, por ello comentó lo siguiente: “Convivimos y dormimos todos los días con bacterias y les damos las gracias, pues por ellas podemos digerir, por ejemplo, un mole delicioso; sin ellas no podríamos comer muchas cosas y estaríamos indefensos ante gran cantidad de padecimientos, por lo que al vivir con ellos son parte de nosotros”.
La doctora Mariana Peimbert Torres explicó que para este estudio también tenían como principal finalidad determinar si las condiciones en cada estación y línea son distintas o parecidas, si tienen ventilación, si les da el sol, cuáles son más concurridas, y qué tan distintos son sus ambientes.
Fue así que se descubrió que el 99% de las bacterias pertenece a 420 géneros que se observaron en todo el Metro, o sea, sólo 1% es distinto en cada lugar y dentro de cada especie y cepa. Aunque el principal hallazgo de la UAM y la UNAM es que las bacterias son comensales y no patógenas, ya que en la relación bacteria-humano no hay daño para ninguno.
Eso sí, hablando dentro del contexto de la pandemia del COVID-19, identificaron que en el Sistema de Transporte Colectivo persisten dos fuentes de contagio: superficies y aerosoles que se emiten al estornudar, hablar, gritar e incluso respirar. Una forma muy frecuente de infección es tocar superficies contaminadas y después el rostro.
Las más importantes son que los pasajeros eviten tocarse la cara después de tocar alguna superficie en el Metro, usar gel antibacterial y lavarse las manos siempre después de llegar a su destino. Por otra parte, señalan que el cubrebocas sí ayuda porque limita la dispersión y la posibilidad de contagiar a otros.
Al hablar de las medidas que ha tomado el Metro para prevenir la propagación del COVID-19, la especialista de la UAM indica que la sanitización de las instalaciones es muy importante y que los usuarios sigan todas las recomendaciones sanitarias.
Finalmente, informan que estos monitoreos siguen desde 2016, aunque con la emergencia sanitaria por el coronavirus se han pausado y se espera seguir con ellos cuando sea posible.
FUENTE: Sopitas