Si piensas que por ir toda la semana al gimnasio vas a crecer muscularmente más rápido, estás equivocado. En el fitness, como en otros deportes, el descanso es fundamental y si caes en el sobreentrenamiento no solo no vas a progresar, si no que es posible que pierdas músculo. Además de la alimentación, fundamental para responder a tus necesidades calóricas diarias, ajusta tu entreno y no cargues más de la cuenta el trabajo sobre tus músculos.
Esto es especialmente importante para los principiantes, que todavía no conocen al detalle cómo responden sus fibras a levantar peso o realizar ejercicios de alta intensidad. En 1989 L. K. Fender definió el sobreentrenamiento como una reacción del cuerpo que se manifiesta en deterioro del rendimiento deportivo y agotamiento emocional.
5 síntomas que delatan sobreentrenamiento
1- Malestar general y dolor prolongado en músculos y articulaciones. Una cosa es entrenar con molestias y otra hacerlo con dolor. Las primeras suelen desaparecer a los dos o tres días, mientras que el dolor continuado indica que tus músculos no se están regenerando y recuperando correctamente. Es decir, te lesionarás más.
2- Insomnio. Se debe al estrés que el sobreentrenamiento ha provocado en tu sistema nervioso y eres incapaz de conciliar el sueño.
3- Apatía y cansancio. Entrenar de más influye negativamente en tu estado de ánimo y te provocará mal humor. Irritabilidad, prisas... si no disfrutas de lo que haces, es que algo va mal...
4- Tus músculos no crecen, e incluso te ves peor. Sobreentrenar los bíceps, por ejemplo, es habitual entre los atletas más novatos. Al ser un músculo pequeño, no por hacer más series y más repeticiones va a crecer más, al revés.
5- Se resienten tus defensas. Excederse en el ejercicio afecta a tu sistema inmunitario y serás más propenso a constiparte o tener dolores de estómago, cabeza...
En definitiva, aliméntate correctamente y conoce cómo responde tu cuerpo a los estímulos del gimnasio. No se trata de entrenar más, si no de entrenar mejor.
FUENTE: Mens Health