5 mujeres LESBIANAS y BISEXUALES que cambiaron la historia.
Las mujeres lesbianas y bisexuales son cada vez más visibles en la sociedad, pero existir han existido desde que está la humanidad en la Tierra. Esto es un hecho, y para demostrarlo te vamos a contar las historias de 5 mujeres que demostraron que se puede formar parte de la historia sin renunciar a como son realmente.
Safo de Mitilene
Ella es la razón por la que las lesbianas son llamadas lesbianas. Safo fue una poetisa griega del siglo VII antes de Cristo. Vivió en la isla de Lesbos y formaba parte de una sociedad que formaba a las mujeres para el matrimonio. Leyendo su poesía se ve claramente que tenía relaciones con mujeres, lo cual hace de ella todo un icono lésbico. Por algo es también conocida como Safo de Lesbos.
Las señoritas de Llangollen
A medio camino entre el siglo XVIII y el XIX, dos mujeres aristócratas escandalizaron a la sociedad con su relación abiertamente lésbica. Al ser amenazadas de ser casadas forzosamente, huyeron vestidas de hombre, vivieron una vida tranquila, llena de cultura y pasión, y al final llegaron a ser un fenómeno mundial en la época.
Julie d'Aubigny
La historia de esta chica es tan fuerte como interesante: su nombre real era Mademoiselle Maupin. Fue educada con costumbres femeninas y masculinas, y en el siglo 17 tuvo una relación con una chica. Cuando se enteraron, pusieron a su novia en un convento. ¿Y qué hizo Julie? Colarse en el convento, robar el cadáver de una monja, poner el cuerpo en la cama de su amante y quemar la habitación para así poder escapar juntas.
Virginia Woolf
Una de las más contemporáneas y que más huella han dejado en la historia. Una de las escritoras más influyentes de la historia que tuvo que lidiar con sus propios sentimientos al sentirse atraída por otra mujer.
Audre Lorde
Ser mujer, afroamericana y lesbiana en los Estados Unidos hace 50 años no es algo fácil y Audre Lorde consiguió luchar por los derechos de todos los colectivos minoritarios centrando su discurso en el poder de las mujeres y en cómo convertir las diferencias en fortalezas.
FUENTE: cromosomax