Han pasado seis meses desde que Australia declaró que el matrimonio ya no es una institución exclusivamente heterosexual. En ese momento, aproximadamente 2.500 parejas del mismo sexo han estado casadas, con NSW teniendo la mayoría de las bodas, seguidas de cerca por Victoria y Queensland. Muchas parejas más, que se casaron en el extranjero antes de la igualdad de matrimonio se lograron aquí, finalmente han reconocido sus matrimonios según la ley australiana.

El Censo de 2016 reveló que hay 46.800 parejas del mismo sexo que viven juntas en Australia. De estas parejas, 3.142 informaron que eran el esposo o la esposa de alguien del mismo sexo (presumiblemente porque estaban casados en el extranjero). Si combinamos esta cifra con la cantidad de matrimonios del mismo sexo registrados en los últimos seis meses, parece que más del 10% de las parejas del mismo sexo que viven juntas ahora están casadas.

¿Qué ha cambiado?

Durante la encuesta postal, la campaña "No" advirtió sobre consecuencias nefastas si la institución del matrimonio se abría a parejas no heterosexuales. Hubo una serie de anuncios que afirmaban que los niños empezarían a usar vestidos en la escuela, que los estudiantes jugarían en las relaciones del mismo sexo, y que la educación radical sobre sexo y género LGBT sería obligatoria. Safe Schools - un programa nacional para combatir el acoso a estudiantes LGBT - fue objeto de un ataque particularmente fuerte y sostenido.

Entonces, ¿alguno de estos temores se ha realizado? La respuesta parece ser un "no" rotundo. En todo caso, la educación sobre orientación sexual e identidad de género en las escuelas se está volviendo más restringida.

Por ejemplo, el gobierno de Australia Meridional dejó de financiar el programa de Escuelas Seguras, dos años antes de que expirara el contrato del proveedor del servicio. Como resultado, ese programa terminará en las escuelas secundarias el 13 de julio. El gobierno ha indicado que será reemplazado con un programa general contra la intimidación, pero esto no reconoce que las personas LGBTI tienen una salud mental significativamente más pobre y tasas más altas de suicidio que otros australianos debido a la discriminación y la intimidación que están sujetos.

En Victoria, el líder de la oposición Matthew Guy ha prometido eliminar el programa de Escuelas Seguras si la Coalición gana las próximas elecciones. Entonces, en lugar de que la igualdad de matrimonio sea el catalizador de una educación más inclusiva, puede ser cierto lo contrario.

La campaña en torno a la encuesta de igualdad de matrimonio también vio a los oponentes afirmar que permitir que las parejas del mismo sexo se casen llevaría a una infracción significativa de la libertad religiosa. Para disipar estas preocupaciones, el gobierno de Turnbull inició una investigación sobre si la ley australiana protege adecuadamente la libertad religiosa. El panel entregó su informe el mes pasado, pero el gobierno aún no lo ha lanzado al público.

Los defensores de los derechos humanos están preocupados porque, en lugar de limitar las exenciones que las organizaciones religiosas disfrutan actualmente de las leyes contra la discriminación, el gobierno ampliará la medida en que las personas pueden ser legítimamente discriminadas por su orientación sexual o identidad de género.

Más por hacer

La enmienda de la Ley de Matrimonio para permitir que las parejas del mismo sexo se casen fue un importante paso adelante. Pero no es una panacea. La reforma de la ley por sí sola nunca conducirá a una verdadera igualdad. Sudáfrica es un claro recordatorio de esto. Ha tenido protección constitucional contra la discriminación por motivos sexuales o Orientación e identidad de género desde 1996, pero sigue siendo un lugar extremadamente peligroso para las personas LGBT, con altas tasas de crímenes violentos basados en el odio. Un informe de 2017 descubrió que cuatro de cada diez personas sudafricanas LGBT conocían a alguien que había sido asesinado "por ser o ser sospechoso de ser" lesbiana, gay, bisexual o transgénero. En Australia, la reforma de las leyes matrimoniales que presenciamos hace seis meses es solo una pieza del rompecabezas, aunque importante. Pero igualmente importante es cambiar los corazones y las mentes de las personas que continúan oponiéndose a la igualdad de derechos para las personas LGBT. Las leyes de aferencia contribuyen a transformar la opinión pública, pero lograr un cambio a largo plazo requiere un enfoque más integral. La eliminación de la discriminación contra las personas LGBT no se logrará hasta que hayamos aumentado la representación positiva de la diversidad sexual y de género en las películas, la educación, los medios y los líderes religiosos. La conversación Sabremos que hemos logrado una verdadera igualdad para las personas LGBT cuando no solo tienen leyes que impiden que una persona sea despedida de su trabajo o se les niega un servicio debido a su orientación sexual o identidad de género, pero tampoco tenemos personas que argumenten que deberían tener derecho a hacerlo. Paula Gerber, Profesora de Derecho de los Derechos Humanos , Universidad Monash. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.