“Yo jugaba futbol, pero luego entré a trabajar…” ¿Cuántas veces has oído algo similar? Es real, la vida de oficina puede bloquear tu pasión por el deporte, pero no todo está perdido. Aunque ya no tengas tiempo a diario para entrenar, el gimnasio puede ser un gran refugio para liberar estrés, mantenerte activo, mejorar tu actitud y eliminar esos kilitos de más para dejar de ser “Go(r)dínez”.
1. Mejora tu rendimiento: Cada día, después de entrenar, podrás trabajar más y mejor. En un estudio del Colegio Americano de Medicina Deportiva, los trabajadores que entrenaron 30 a 60 minutos durante la hora de la comida tuvieron un aumento de 15% en su rendimiento general.
Esto incluye habilidades para manejo del tiempo, rendimiento mental y habilidad para cumplir con fechas de entrega. El beneficio también se reflejó en más altos estándares de calidad autoimpuestos, así como mayores niveles de satisfacción, lo que benefició a los empleados y a la empresa.
2. ¡Adiós “Mal del Puerco”! Por otro lado, el mismo documento revela que los trabajadores que entrenaron durante la hora de la comida (y comieron después de eso) reportaron aminoración o eliminación los bajones de energía después de comer.
3. Menos ausentismo: Un estudio publicado en el Diario de Medicina Ocupacional y Ambiental mostró que incorporar dos horas y media de ejercicio por semana redujo notablemente sus ausencias laborales por enfermedades prevenibles. Además, se demostró que los trabajadores que están cumpliendo con un plan de entrenamiento son menos proclives a contagiarse de enfermedades comunes (que abundan en las oficinas).
4. Menos peso: Triste pero cierto, una revisión a 30 estudios que analizaron la discriminación laboral relacionada con sobrepeso u obesidad arrojó que el exceso de peso inciden negativamente al momento de obtener un empleo, hasta los ascensos, salarios y despidos.
Y no te recomendamos ejercitarte por miedo a perder tu empleo, pero se ha visto que además de ayudarte a estar sano y más alegre, mantenerte en tu peso favorece tus posibilidades de ascender laboralmente, esta es otra razón importante para dedicarle tiempo de tu agenda diaria al entrenamiento.
5. Mejor salud en general: Perder peso es la consecuencia del incremento a la actividad física y una alimentación saludable, pero además regula los niveles de presión sanguínea, colesterol, reduce el riesgo de cáncer y diabetes, males que atacan cada vez más frecuentemente a los sedentarios de oficina. Más allá del trabajo, esto te permitirá vivir más tiempo y con mayor calidad.
6. Cero estrés El estrés, ese fantasma que se esconde entre el archivero y el garrafón de agua y que apenas te volteas ¡te ataca!, no debe ser tomado a la ligera, pues se le relaciona con un sinnúmero de enfermedades de simples a letales. El ejercicio trabaja a nivel químico en tu organismo, provocando la liberación de sustancias como las endorfinas y oxitocina, que te harán sentir instantáneamente más feliz y dispuesto. Además, te ayudarán a reducir la percepción de dolor y te protegerán contra enfermedades mentales como la depresión o la ansiedad.
FUENTE: vitónica