El especialista dijo que la homosexualidad no es un trastorno o enfermedad ni tampoco una opción, sino un estilo de vida que hay que respetar si es que la persona, hombre o mujer, está seguro de ello y es feliz así.
“Muchas veces los gays o lesbianas viven con el miedo al rechazo, a ser descalificados, a sentir la burla, la agresión y eso puede ocurrir en la calle, en el centro de trabajo, en el lugar de estudios o en la misma familia. Todo ello hace que su homosexualidad se mantenga oculta. Por eso, confesarlo es un acto de liberación”, subrayó en diálogo con Andina.
Saravia indicó que, pese a que va creciendo la tolerancia en el mundo en relación a 20 ó 30 años atrás, aún hoy no es fácil para una persona confesar su homosexualidad; sin embargo, añadió, lo más importante es el ser humano.
“Lo primero que un padre o una madre tendría que responder ante una confesión es: ‘antes de ser gay o lesbiana, eres mi hijo o hija, te quiero mucho y estamos juntos en esto. Lo que te pasa no es bueno ni malo, simplemente es’”.
Lamentó que existan sectores conservadores y peor aún gente radical que ataca a homosexuales, como ocurrió en Orlando (Estados Unidos), donde un estadounidense de origen afgano abrió fuego en una sala de fiestas gay y mató a 50 personas, mientras que otras 53 resultaron heridas.
“Somos los adultos quienes debemos dar el soporte emocional a nuestros hijos, más aún si tuvo el valor de confesar que es gay. No se debe permitir que ocurran estas matanzas, la gente está sensible con la homofobia y tenemos que pensar más en lo que nos une, no en lo que nos separa. El mensaje de la familia tiene que ser de conciliación”, refirió.
Consultado sobre los padres de familia que no aceptan la homosexualidad de sus hijos y que incluso los llevan a un médico con la esperanza de que les den alguna medicina o un tratamiento para cambiar su orientación sexual, Saravia mencionó que esto puede ocurrir en una familia muy tradicional.
“Cuando hay una confesión de esta naturaleza, los padres lo viven como un duelo y eso también los hijos deben entender. No será una buena noticia para una familia tradicional, tiene que manejarse con tolerancia. El hijo no debe esperar que papa o mamá o cierto sector de la familia reciba de buena manera la noticia”.
No obstante, dijo que esto suele ocurrir al comienzo y que toma tiempo entender. “Es que los padres ven frustrados sus expectativas, es decir, les cuesta aceptar que sus hijos no se casarán, que no podrán tener hijos, etcétera”.
Finalmente, el psicoterapeuta comentó que deben evitarse los excesos y las provocaciones a la sociedad. “Nos quejamos de la homofobia, pero es igual de desagradable una escena de caricias subidas de tono de una pareja gay o heterosexual. En todos los casos, hay que cuidar las formas”.
FUENTE: Ultimas Noticias