Lo primero es ver de cuánto consumo de alcohol hablamos. Si lo que tienes en mente es una fiesta al día, tendrás que pensar en tener un tiempo de abstinencia para recuperarte de la toxicidad del alcohol en tu hígado. Un estudio del University College of London encontró que un mes de alcohol puede incluso reducir la grasa hepática en un 15%. Sin embargo, nos preguntas por un consumo moderado diario. Y, sobre esto, los estudios ofrecen resultados muy distintos.

Como la duda es si beber poco o comer carne todos los días, es mejor que renuncies a lo segundo: “Se ha demostrado que un alto consumo de productos animales puede tener un efecto inflamatorio, lo que aumenta el riesgo de resistencia a la insulina, y de enfermedades cardiacas”, afirma la terapeuta nutricional Francesca Lancaster: “Además, cambiar el consumo de carne por verduras aumentará la diversidad de bacterias intestinales beneficiosas, que mejoran el control de peso”.

Un estudio reciente también halló que pasar cuatro semanas sin comer nada de carne disminuye la presión arterial y desciende los niveles de colesterol en sangre. Es verdad que nuestra relación con la carne tiende a ser menos extrema que con labebida alcohólica: es menos probable que te pegues un atracón de filetes a que una noche se sumen demasiados gin-tonics.

En todo caso, para contrarrestar cualquier exceso, ya sea porque te has pasado con el consumo de alcohol o de carne, aquí tienes una opción que sirve para todos los días: asegúrate de que tu dieta habitual incluya muchos alimentos funcionales como verduras, nueces, legumbres y semillas, no solo salchichas veganas procesadas. Pero si lo que te apetece es regar tu comida vegana con un vaso de buen vino, no nos interpondremos en tu camino.