¿Qué es VIH?
El significado de las siglas es el siguiente:
V de virus.
I de inmunodeficiencia porque destruye el sistema de defensas.
H Humana (porque sólo afecta a los humanos).
¿Dónde se encuentra?
En los fluidos de los órganos sexuales: liquido pre eyaculatorio, semen, secreciones vaginales, sangre y leche materna.
¿Cuáles son las vías de transmisión del virus?
Por relaciones sexuales sin protección con una persona con VIH. (Pene – ano, pene – vagina, pene – boca).
Por transfusiones de sangre de una persona con VIH.
Por derivados de la sangre de una persona que vive con VIH.
Por compartir agujas y jeringas con personas con VIH.
De una mujer con VIH embarazada a su bebe durante el embarazo, el parto y la lactancia.
El VIH no se transmite por piquetes de insectos, por compartir los utensilios de comida, por usar baños, por abrazar, acariciar, besar, saludar ni por usar albercas.
¿Quién puedes adquirir VIH?
Hombres, mujeres que tienen prácticas sexuales sin condón con personas con VIH, así como personas que comparten agujas y jeringas sin esterilizar.
¿Cómo se puede saber si alguien tiene VIH?
A través de una prueba rápida que se realiza en saliva, o a través de una muestra de sangre, el resultado se obtiene en 20 min.
Las pruebas de VIH deben realizarse únicamente baje consentimiento informado y consejería antes, durante y después de la prueba de VIH.
¿Es obligatoria la prueba del VIH?
No. Ninguna persona o institución debe solicitar la prueba de VIH como requisito para ingresar a un trabajo, a centros educativos ni deportivos, mi como causa de recesión de un contrato, ni despido de empleo, esto conforme a la Norma Oficial Mexicana SSA-NOM-010 para la prevención y el control del VIH/SIDA 1993
SIDA
El SIDA es la sexta causa importante de muerte en personas entre 25 y 44 años de edad en los Estados Unidos, pero en 1995 ocupaba el número uno. Millones de personas alrededor del mundo viven con VIH/SIDA, incluso muchos niños menores de 15 años.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) causa el SIDA. Este virus ataca al sistema inmunitario y deja al organismo vulnerable a una gran variedad de infecciones y cánceres potencialmente mortales.
Las bacterias comunes, los hongos levaduriformes, los parásitos y los virus que generalmente no provocan enfermedades serias en personas con sistema inmunitario sano pueden provocar enfermedades mortales en las personas con SIDA.
Se ha encontrado el VIH en saliva, lágrimas, tejido del sistema nervioso, líquido cefalorraquídeo, sangre, semen (incluido el líquido preseminal, que es el líquido que sale antes de la eyaculación), flujo vaginal y leche materna. Sin embargo, se ha demostrado que sólo la sangre, el semen, los flujos vaginales y la leche materna transmiten la infección a otras personas.
El virus se puede diseminar (transmitir):
A través del contacto sexual: incluido el sexo oral, vaginal y anal.
A través de la sangre: vía transfusiones de sangre (ahora muy infrecuente en los Estados Unidos) o por compartir agujas
De la madre al hijo: una mujer embarazada puede transmitirle el virus a su feto a través de la circulación sanguínea compartida, o una madre lactante puede pasárselo a su bebé por medio de la leche materna.
Otros métodos de propagación del virus son infrecuentes y abarcan lesión accidental con una aguja, inseminación artificial con semen donado infectado y trasplantes de órganos infectados.
La infección por VIH no se propaga por:
Contacto casual como un abrazo
Mosquitos
Participación en deportes
Tocar cosas que han sido tocadas con anterioridad por una persona infectada con el virus
El SIDA y la donación de sangre u órganos:
El SIDA no se transmite a una persona que DONA sangre u órganos. Las personas que donan órganos nunca entran en contacto directo con quienes los reciben. De la misma manera, alguien que dona sangre nunca tiene contacto con el que la recibe. En todos estos procedimientos se utilizan agujas e instrumentos estériles.
Sin embargo, el VIH se puede transmitir a la persona que RECIBE sangre u órganos de un donante infectado. Para reducir este riesgo, los bancos de sangre y los programas de donación de órganos hacen exámenes minuciosos a los donantes, la sangre y los tejidos.
¿Existe cura o vacuna para el VIH?
Hasta ahora no existe medicamento o tratamiento que cure el VIH, y tampoco se ha desarrollado una vacuna que lo prevenga. Una vez que el virus entra en el cuerpo, no es posible eliminarlo. Existen medicamentos conocidos como antirretrovirales (ARV) que pueden disminuir la cantidad de virus y reducir el daño al sistema inmunológico. Si se toman adecuadamente, estos medicamentos pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con VIH y de esta manera incrementar las posibilidades de que vivan mucho tiempo, y mucho más en comparación con las personas que no se someten a ningún tratamiento antirretroviral. Los antirretrovirales están disponibles de manera gratuita en México a través del IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud.
Para las personas con VIH, como para todo el mundo, es importante ayudar al sistema inmunológico con descanso, ejercicio regular, hábitos alimenticios sanos y manejo del estrés y de las emociones, como el miedo, la culpa o la vergüenza. Es necesario dejar de fumar, limitar o eliminar el consumo de alcohol, y evitar drogas. Las personas también pueden ayudar a su salud tomando suplementos de vitaminas, teniendo una práctica espiritual (rezar o meditar), y a través del uso de otras terapias complementarias como son la acupuntura.
Como no existe manera de eliminar el VIH del cuerpo, es importante tomar medidas de prevención para evitar las re-infecciones del virus así como para evitar transmitirlo a otras personas. Además existen medicamentos para prevenir o tratar las infecciones oportunistas.
En caso de que ocurra una exposición al VIH, ya sea por el contacto accidental con sangre cerca de una herida o durante una relación sexual sin protección, existe la opción de tomar profilaxis post exposición (PPE o PEP por sus siglas en inglés). La PPE se recomienda para casos como transmisión durante la práctica profesional y en casos de violación. En el apartado dedicado a la prevención del VIH abordaremos con mayor detalle la PPE.
Mitos y verdades acerca del VIH
Hemos preparado una serie de afirmaciones que frecuentemente escuchamos acerca del VIH. Cada afirmación viene acompañada de una respuesta basada en el conocimiento científico.
Falso, una persona con VIH puede no tener síntomas de enfermedad. Durante la primera etapa de la infección por VIH, que puede ser un periodo de hasta 10 años o más, la persona puede parecer sana y no tener signos o síntomas de enfermedad.
Cuando aparecen enfermedades e infecciones específicas la persona llega a la etapa de sida. Tampoco en esta etapa se puede saber a simple vista. Hay que considerar que los síntomas de muchas otras enfermedades se parecen a los síntomas de una persona con VIH o sida, por lo que solamente se puede saber con estudios de laboratorio realizados e interpretados por personal capacitado.
Falso, para poder transmitir el virus se necesita una cantidad suficiente de virus y una puerta abierta (una herida, membranas o mucosas). Los flujos corporales que más cantidad de virus contienen son la sangre, el semen, el líquido pre-eyaculatorio la leche materna y el flujo vaginal. Saliva, sudor y lágrimas contienen tan poco virus, que no es suficiente como para transmitirlo.
Correcto, una mujer con VIH puede transmitir el virus a su hija o hijo, ya sea durante el embarazo, el parto o al amamantarlo. Con el debido uso de tratamiento antirretroviral a la mujer y al producto, cesárea y fórmula láctea se puede reducir de manera importante (al 2%) la posibilidad de transmitir el VIH. Es muy importante que las mujeres embarazadas tengan acceso a la prueba para de ser necesario iniciar el tratamiento a la brevedad.
Correcto, la vía sexual sin protección es la forma más común de transmitir el VIH en México. El condón es una medida de prevención eficaz contra la transmisión del VIH a través de las relaciones sexuales.
Falso, no existe una vacuna para protegerse de la transmisión del VIH. No es posible eliminar el virus del cuerpo; no existe cura para el VIH ni para el sida. Sí existen medicamentos antirretrovirales que mejoran la calidad y la duración de la vida, así como la profilaxis post exposición (PPE) (LINK A “¿QUE HACER EN CASO DE UNA EXPOSICION AL VIH?” DEL MODULO 2) que, empleada oportuna y correctamente, disminuye la posibilidad de que el virus se reproduzca e infecte a la persona expuesta.
Correcto, el virus destruye las células del sistema inmunológico que se llaman CD4. Estas células nos protegen combatiendo infecciones y enfermedades. Al destruir estas defensas la persona queda cada vez más vulnerable frente a enfermedades e infecciones que no son peligrosas para otras personas que tienen un sistema inmunológico funcionando en condiciones habituales.
Falso, el virus solamente puede sobrevivir unos segundos fuera del cuerpo humano.
Correcto, tener el VIH no es lo mismo que tener sida. El sida es la etapa final de la infección por el VIH.
Falso, el VIH es asunto de todas las personas que tienen o han tenido relaciones sexuales o están o han estado en contacto con sangre de otras personas. No es necesario tener muchas relaciones sexuales para estar expuesta/o a la transmisión del VIH: una relación sexual sin usar condón puede ser suficiente para la transmisión del virus.
Falso: las personas con VIH no representan peligro alguno para los demás pacientes porque el VIH no se transmite por el contacto casual.
¿Qué nos hace vulnerables al VIH?
Los policías federales tenemos características que nos hacen particularmente vulnerables a la infección por el VIH y a otras infecciones de transmisión sexual, como son:
Ser jóvenes
Ser sexualmente activos
Convivir en un mundo en donde la construcción de la identidad masculina se caracteriza por la toma de riesgos para reforzar la hombría (lo que incluye ingerir alcohol o drogas, tener múltiples parejas sexuales incluyendo trabajadoras y trabajadores sexuales y no usar condón)
Sufrir problemas familiares debido a los lugares y horarios de trabajo, sobre todo cuando nos encontramos en operativos
Tener contacto con redes de trabajo sexual y de distribución de estupefacientes, como consecuencia de nuestra labor
El estrés generado debido a la naturaleza de nuestro trabajo
La carencia de información sobre las infecciones de transmisión sexual incluyendo el VIH y los mecanismos de prevención 1
Vivir encuartelado con otros hombres y lejos de nuestra familia. En el caso de migrantes y militares mexicanos, se ha documentado que en estos contextos el sexo entre hombres se da independientemente de considerarse “gay” u “homosexual” y más como un asunto de amistad y compañerismo. Por ejemplo, en el contexto de operativos contra narcotraficantes, un soldado mexicano cuenta que es común que en las estancias de meses juntos compartiendo casas de campaña y caminos, los soldados se aparten un poco para masturbarse o que incluso lo hagan en grupo, y que a veces esas relaciones pueden llegar a otro nivel de interacción, que pueden incluir prácticas de sexo oral o a veces de penetración parcial, a lo que muchos le llaman “nomás de cura”2
El incremento en el contacto sexual con parejas femeninas casuales (ya sean simplemente relaciones sexuales y afectivas, o a cambio de regalos o favores) o con trabajadoras sexuales profesionales. Si el contacto sexual es desprotegido (sin condón) representa un riesgo para la infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual. Esto es especialmente importante porque sabemos que las trabajadoras sexuales mexicanas exigen con poca frecuencia a sus clientes el uso del condón, lo que incrementa su posibilidad de infectarse con el VIH3 De igual manera, las trabajadoras estadounidenses que trabajan en la frontera norte y tienden a cobrar menos por sus servicios, tambien utilizan drogas inyectables con mayor frecuencia, lo que incrementa su probabilidad de infectarse con VIH. 4 Los hombres somos corresponsables de usar condón para protegernos a nosotros mismos y a nuestras parejas.
Es muy importante que identifiquemos las situaciones que nos ponen en riesgo de adquirir o transmitir el VIH en las actividades que desarrollamos como parte de nuestro trabajo para saber cómo cuidarnos a nosotras y nosotros mismos, a nuestras familias, parejas y compañeros/as.