¿Qué es eso del género no binario?
¿En algún momento has leído eso de género no binario y has pensado «pues yo quiero ser una patata frita»? Pues, cariño, necesitas leer esto.
¿Has escuchado alguna vez el término ‘género no binario’? Seguro que sí. Seguro que también has escuchado que es algo inventado por los modernos, que es una tontería porque no tiene respaldo biológico. Que, si tu amiga de toda la vida de repente te dice que se identifica con ello, por qué no ibas tú a identificarte con una patata frita y esperar el mismo respeto, ¿verdad?
Vayamos paso a paso. Para llegar a explicar qué es el género no binario (Spoiler: Existe y voy a defenderlo, así que si eres del equipo Pérez-Reverte, ya puedes cerrar este enlace), hay que establecer unos conocimientos básicos:
—El sexo biológico es aquello que el personal clínico, el día que naciste, decidió que serías según los genitales, las hormonas y cromosomas con los que llegaste al mundo: mujer u hombre. Una pena que la biología (eso a lo que tanto se aferran muchas personas para discriminar al colectivo trans) también dé lugar a la intersexualidad (personas que nacen con características biológicas tanto “de hombres” como “de mujeres”), ¿no? Si quieres saber algo más, te aconsejo gastar tres minutos de tu vida en prestar atención a este vídeo.
—La identidad de género corresponde a la construcción social que hacemos según nuestros rasgos psicológicos, afectivos, emocionales, intelectuales… Es algo cultural y, por lo tanto, se encuentra en constante evolución. Que quede claro, el género es un espectro: el binarismo no existe. Puedes definirte bajo la etiqueta de género masculino, femenino, ambos, ninguno, fluido…
El género es algo que varía según la sociedad. Sí, sí, como lo lees. ¿Quieres ejemplos? Ahí te va el más impactante para Occidente: En una isla de Indonesia (Sulawesi), al nacer te puedes identificarte con uno de cinco géneros. ¡CINCO!
—La orientación sexual se refiere a aquellas etiquetas que utilizamos para identificarnos según el género propio y el de las personas por las que nos sentimos atraídas física, emocional y/o románticamente: heterosexual, homosexual, bisexual, asexual, etc.
—El último concepto al que debemos prestarle atención para entender bien de qué estamos hablando, es la expresión de género: aquí entran en juego los roles de géneros (que también son culturales, ¡Vaya, sorpresa! Si es que al final todo nos lo hemos inventado), el comportamiento, la forma de vestirte… La expresión de género puede ser femenina, masculina o andrógina (la combinación de ambos).
Una vez que tenemos estos conceptos, para saber bien qué es el género no binario, vamos a corregir algunas de las cosas que se dicen por ahí.
¿Significa que identificarse con un género no binario es tener una expresión de género andrógina? En absoluto: no. La identidad y expresión son dos realidades distintas y separadas (vuelve a leer las definiciones, si es necesario). Puede haber hombres cuya expresión sea femenina, y mujeres cuya expresión sea masculina, así que, ¿por qué una persona de género no binario iba a tener que ser estrictamente andrógina?
¿Toda persona no binaria exige que sea tratada con género neutro? Para eliminar esta idea de nuestra cabeza, es necesario recalcar que en inglés es fácil modificar el pronombre él (he/him) o ella (she/her) por uno neutro (they/them), pero en castellano tenemos una limitación en ese aspecto. Hemos creado el pronombre elle, y empezado a utilizar adjetivos con un género neutro también, de la misma forma, usando la letra e (por ejemplo, guape).
Con respecto a esto, veo necesario tomar un doble camino. En primer lugar, a todos aquellos que tantos chistes hacen sobre este uso del género neutro en la lengua, y que defienden a muerte que “no existe en la lengua castellana”, me gustaría preguntaros cuántos términos no existían en nuestro diccionario hace 5 o 10 años. Y es que: ¡Ahí va! ¡El lenguaje también lo construimos nosotros, según nuestras necesidades y realidades!
Por otro lado, hay que desmentir tal mito, y es que no: no todas las personas binarias necesitan utilizar pronombre y género neutros. Cada persona tiene unas necesidades distintas. Pero si alguien te pidiera que le trataras como elle, ¿De verdad supone tanto esfuerzo hacerlo? Porque a mí me parece que no. ¿Seré yo una moderna de esas?
¿Sufren disforia de género las personas no binarias? Tal y como ocurría en el párrafo anterior: cada persona vive una realidad distinta, por lo que puedes conocer a personas que efectivamente sí sientan disforia, y otras que nunca hayan tenido ningún problema relacionado.
Finalmente, volviendo a la introducción del artículo, me gustaría que toda persona que haya pasado por aquí se lleve –sino más– una idea muy clara: la biología no marca la existencia únicamente de dos sexos. Y digo sexo, no género, porque vamos a hablar de realidades científicas. No seré yo quien lo explique, será José Ramón Alonso:
¡Ah, que en el colegio aprendiste que los hombres tienen los cromosomas XY y pene, y las mujeres los cromosomas XX y vulva! Bueno, pues hay mucho más. Puedes ser etiquetado como hembra porque tienes cromosoma X e Y, pero al Y le falta el gen SRY y tienes un cuerpo de mujer, ¡con vulva incluida! Puedes ser macho porque tienes dos cromosomas X, pero uno de ellos tiene un gen SRY y tienes un cuerpo de hombre, ¡pene incluido! Puedes ser hombre porque tienes dos cromosomas X pero también uno Y, y te crece un pene. Puedes nacer hembra pero ser considerado macho porque tenías una deficiencia en la 5-alfarreductasa y a los 12 años te creció un pene. Puedes ser hembra porque solo tienes un cromosoma X y tienes vulva, claro. Puedes ser macho porque tienes dos cromosomas X pero, biológicamente, tu cerebro es masculino. Y viceversa.
¡Vaya! Parece ser que las combinaciones genéticas son demasiado amplias como para reducir tanto la realidad a dos etiquetas simples, ¿no?
Quieres una definición rápida y fácil, ¿verdad? ¡Pues mira! El género binario es una etiqueta que recoge a todos aquellos géneros que no se encuentran en los extremos que tradicionalmente se conocen como “hombre” y “mujer”.
La realidad en la que vivimos es mucho más extensa de lo que nos enseñan en el colegio y en la televisión y, bajo este concepto tan amplio, se trata de dar visibilidad a todas aquellas personas que no están bien representadas. Existen, además, numerosas identidades.
FUENTE: Código Público