Llevas más de un año en el gimnasio y eres constante con tus asistencias, ¿pero aún no comienzas a notar los resultados que buscas? La razón puede estar más allá de los aparatos o tu presencia: lo que haces (y no haces) cuando te “ejercitas” podría ser la clave.
Un nuevo estudio encargado por la compañía Kettler, dedicada al desarrollo de equipos de ejercicio, encontró que 40 por ciento de los asistentes a un gimnasio acuden para conocer personas del sexo opuesto o pasar un rato con los amigos. Casi un tercio de los encuestados admitió que ni siquiera suda en el gimnasio.
Según la encuesta Market Research World, las personas que van al gimnasio consumen 18 por ciento más barras de chocolate, después de terminar su rutina de entrenamiento. Un análisis de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego descubrió que consumir chocolate con 80 por ciento de cacao puede favorecer el desempeño deportivo antes de la rutina, pero comer una barra promedio después de esta (o un jugo de naranja) hace que los azúcares que contiene se acumulen en forma de grasa. Por esta razón, no puedes deshacerte de la lonja.
Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa encontraron que la capacidad de las personas para soportar el dolor y el esfuerzo de ejercicio podría ser de hasta 50 por ciento por influencia genética. Las personas con bajos umbrales no van más allá de sus límites y, por tanto, no explotan todo su potencial en el gimnasio.
De acuerdo con fitnessforweightloss.com, en promedio las personas acuden solo dos días a la semana al gimnasio. Pero, aun así, se consideran personas activas y que se ejercitan.
Todos sabemos que después de comer en exceso en Navidad, la mayoría busca redención. Las estadísticas del Market Research World revelan que la matrícula de nuevas membresías de gimnasios aumenta 12 por ciento (o más) en enero; sin embargo, después de solo 24 semanas la mayoría ha dejado de asistir.
Este punto es, quizás, uno de los más impactantes y que menos beneficia a tu anatomía y salud: cerca del 13 por ciento de las dos mil personas encuestadas por la compañía Kettler, aseguró que cuando dicen que van al gimnasio, realmente se dirigen a otro lugar a pasar el tiempo.
FUENTE: Men's Health