El aceite de coco es uno de los pocos alimentos que puede considerarse “superalimento”. Su combinación única de ácidos grasos de cadena media puede producir inmensos beneficios en tu salud. Estos beneficios incluyen por ejemplo las pérdida de peso, la mejora de la función cerebral y una larga lista de efectos que no querrás dejar pasar.
Estos son los 10 principales beneficios que conlleva el consumo de Aceite de Coco Virgen y que han sido confirmados con estudios científicos que avalan estas estas afirmaciones.
El Aceite de Coco contiene muchos triglicéridos de cadena media, que se metabolizan de manera distinta a otras grasas y que pueden tener efectos terapéuticos en pacientes de diversas enfermedades.
Los ácidos grasos de cadena media se metabolizan de manera diferente a como lo hacen los ácidos grasos de cadena larga, los habituales en la dieta. En concreto, pasan directamente al hígado desde el tracto digestivo, donde se utilizan como fuente inmediata de energía o se convierten en cuerpos cetónicos, que entre otras cosas pueden tener efectos terapéuticos en el cerebro de los pacientes de enfermedades como la epilepsia o el Alzheimer.
El mejor ejemplo lo encontramos en las poblaciones que viven en el pacífico sur. Por ejemplo, la tribu de los Tokeluanos ingiere un 60% de sus calorías diarias del coco y son los mayores consumidores de grasa saturada del planeta. Esta tribu disfruta de una excelente salud y no hay evidencias de enfermedades cardiovasculares entre sus miembros. Otro ejemplo similar es el de los Kitavans, con similares resultados.
Muchas poblaciones alrededor del mundo han conseguido prosperar durante múltiples generaciones comiendo grandes cantidades de coco y de su grasa saturada.
Los triglicéridos de cadena media presentes en el Aceite de Coco pueden incrementar el gasto energético del organismo cuando los comparamos con la misma cantidad de calorías procedentes de los ácidos grasos de cadena larga. Un estudio reciente descubrió que ingerir entre 15 y 30 gramos diarios de triglicéridos de cadena media puede acelerar nuestro metabolismo hasta en un 5%, o lo que es lo mismo, unas 120 kcal para la mayor parte de las personas.
En resumen, los triglicéridos de cadena media presentes en el Aceite de Coco han demostrado incrementar el metabolismo de las personas que lo consumen en tan sólo 24 horas, produciendo un gasto energético mayor en su organismo, lo que a largo plazo puede suponer una pérdida de peso significativa.
Cuando el Aceite de Coco es digerido enzimáticamente, se forma un monoglicérido llamado monolaurina. Tanto el ácido Laúrico como la monolaurina pueden matar patógenos como la bacteria, el virus o los hongos.
Los ácidos grasos y los productos que se crean en su digestión pueden matar patógenos peligrosos, ayudando a prevenir infecciones.
En un estudio reciente, se suministró distintas cantidades de ácidos grasos de cadena media y larga a 6 adultos sanos. Los hombres que consumieron la mayor parte de los ácidos grasos de cadena media, comieron a lo largo del día 256 calorías menos de media que aquellos que tomaron ácidos grasos de cadena larga. En otro estudio similar en 14 varones sanos, se descubrió que aquellos que desayunaban más ácidos grasos de cadena media comían significativamente menos calorías durante el almuerzo. Estos estudios fueron cortos y realizados con pocas personas, pero si los efectos persisten en el tiempo, podría tener una influencia demoledora en la masa corporal de los sujetos en un período de varios años.
En definitiva, los ácidos grasos de cadena media presentes en el Aceite de Coco tienen potencial para reducir tu apetito, lo que puede afectar positivamente tu masa corporal en el transcurso de un largo período de tiempo.
Los triglicéridos de cadena media contenidos en el Aceite de Coco pueden incrementar la concentración de cuerpos cetónicos en la sangre, lo que puede contribuir a reducir o incluso eliminar las convulsiones en los niños enfermos de epilepsia.
Estudios realizados con humanos y animales muestran que el Aceite de Coco mejora los factores con los que se mide el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, como el colesterol total, el LDL, el HDL o los triglicéridos, por lo que su ingesta puede asociarse a un menor riesgo de sufrir dichas enfermedades.
El Aceite de Coco puede utilizarse por la vía tópica con excelentes resultados, dado que los estudios demuestran que puede ser muy efectivo como aceite hidratante, protegiendo el cabello.
Los estudios llevados a cabos en individuos con piel seca muestran que el Aceite de Coco mejora la hidratación de su piel y el contenido lípido de esta,. Además, el Aceite de Coco puede proteger tremendamente el cabello y nutrirlo. Otras aplicaciones cosméticas del Aceite de Coco incluyen su uso como dentífrico, y, sobre todo, como enjuague bucal, que se ha demostrado que puede matar bacterias en la boca, mejorando la salud dental y eliminando el mal aliento.
Los estudios muestran que los ácidos grasos presentes en el Aceite de Coco pueden incrementar los niveles de cuerpos cetónicos en la sangre, y estos pueden proporcionar energía al cerebro de los pacientes de Alzheimer, reduciendo sus síntomas.
En un estudio llevado a cabo con 40 mujeres con obesidad abdominal, suplementando su dieta con 30ml de Aceite de Coco al día redujo tanto su índice de masa corporal como su perímetro abdominal en un período de sólo 12 semanas. En otro estudio con 20 hombres obesos se notó una reducción en el perímetro abdominal de 2,86cm después de sólo 4 semanas tomando 30ml de Aceite de Coco al día.
Aunque estas cifras puedan no parecer demasiado grandes, no hay que perder de vista el hecho de que ni realizaron ejercicio físico alguno ni redujeron en absoluto su ingesta calórica.
FUENTE: cityvega