Ya en 2005 se señalaba en estudios rigurosos que el consumo de grasa derivado del ejercicio debe analizarse en un marco temporal de días y no de horas. Y mucho menos limitarnos a la duración del ejercicio para conseguir una perspectiva mínimamente fiable en su impacto sobre la composición corporal.
Numerosos estudios han demostrado que el consumo de energía durante el entrenamiento y horas después es mayor cuando se ingieren alimentos antes de la actividad física independientemente de la intensidad a la que se realice.
Otro estudio observó que el consumo de grasa era un 22% inferior en aquellos que habían desayunado antes del ejercicio pero sólo a partir de la hora y media de duración del ejercicio. Hasta ese momento el consumo de ácidos grasos resulta similar en ambos grupos. Otro estudio publicado en el prestigioso Journal of Applied Physiology no observó ninguna diferencia entre grupos en un estudio más reciente, con mejores medios y a doble ciego.
Otro estudio observó que el consumo de grasa era un 22% inferior en aquellos que habían desayunado antes del ejercicio pero sólo a partir de la hora y media de duración del ejercicio. Hasta ese momento el consumo de ácidos grasos resulta similar en ambos grupos. Otro estudio publicado en el prestigioso Journal of Applied Physiology no observó ninguna diferencia entre grupos en un estudio más reciente, con mejores medios y a doble ciego.
Las pérdidas de nitrógeno cuando se entrena en ayunas pueden llegar a duplicarse, arriesgándonos a perder una importante cantidad de masa muscular. Cuando se hace ejercicio aeróbico a intensidad moderada en ayunas, alrededor del 10% de la energía consumida proviene de las proteínas, lo que desaconsejaría esta práctica a aquellos que pretendan aumentar o mantener la masa muscular.
Por último, entrenar en ayunas impide rendir de manera óptima cuando se pretende entrenar a alta intensidad. Sistemas que han demostrado ser mucho más efectivos en este propósito, como por ejemplo el HIIT, serían peligrosos y menos efectivos en ayunas al comprometer el rendimiento.
FUENTE: Mens Health