La necesidad de recibir alimento una vez que el músculo es sometido a un entrenamiento anaeróbico como el levantamiento de pesas, resulta fundamental. Para ello, una ingesta considerable de proteína será de gran ayuda, misma que puede provenir de los alimentos (carne, pollo, pescado) o bien de un suplemento proteínico.
Expertos en suplementación deportiva aseguran que estos productos favorecen la recuperación, optimizan el entrenamiento y contribuyen al desarrollo muscular. Sin embargo, opiniones médicas señalan que el consumo de dietas hiperproteicas (altas en proteína), ya sea proveniente de la comida o de suplementos, suele alterar el funcionamiento de los riñones, pues estos tienen que eliminar el exceso de amonio en la sangre derivado del procesamiento orgánico de las proteínas. Nuestras recomendaciones son:
Todo con medida
Recuerda, cualquier ingesta en exceso es dañina. Si vas a consumir licuados con suplementos protéícos, hazlo una vez al día, generalmente después de los entrenamientos.
Cuánto consumir
La mayoría de los suplementos contienen un dosificador incluido. Comienza preparándote licuados de 40 a 50 gramos.
Aunque la suplementación y la medicina suelen tener posturas encontradas con respecto a los efectos secundarios de los licuados de proteína, te sugerimos racionar su consumo.
Evita su ingesta en los siguientes casos:
a) si no practicas ningún deporte o actividad física.
b) aquellos días en que no entrenes.
c) si padeces de enfermedades hepáticas o renales.
Tomar batidos de proteína no afectará
A ningún órgano, siempre y cuando no excedas su ingesta en cantidad y frecuencia. También es importante que lo consultes con tu médico.
FUENTE: Mens health