¿Estás pensando en el chat que tienes con tu familia o con amigos e incluso compañeros?
Fueron el mejor invento en su momento: eran útiles y su funcionalidad era real, ya que te ahorraban charlas individuales. Pero el uso de los grupos de WhatsApp ha pasado a ser manejado por el mismo demonio: el diablo que te deja sin batería en los momentos más inoportunos y que te recibe con 245 mensajes (mínimo) cuando te descuidas. ¿Cómo manejar esta situación? Lo sentimos, no de todos los grupos podrás salir, pero podrás manejarlo con paciencia. A continuación los grupos de los que podrás hacer cortina de humo (¡y huir para siempre!).
1. El grupo de tu intercambio escolar del año 2009. Todos tenemos estas reuniones que no hacen sino rememorar algo que pasó hace más tiempo del que puedes recodar. ¿Salir o no?Definitivamente sí, sé objetivo, sólo tienes contacto con dos de los 30 contactos y mayormente aportan nada interesante a tu día a día. ¿Cómo hacerlo? Aprovecha una de esas mareas de mensajes -que tanto odias- en la que están embebidos en su tema y ¡boom! bye.
2. El grupo familiar. Existen dos claras variantes: el de los jóvenes del clan, véase primos y sobrinos, cuya temática suele ser divertida y te gusta estar; y en el que está incluida hasta la tía de Tampico que no ves desde tu onceavo cumpleaños. Del primero podrás salir siempre y cuando quieras (temporalmente) en caso de que te molesten, tienes confianza y podrás volver; del segundo lo sentimos, mejor no salir a no ser que quieras hacer añicos el corazón de tu tía abuela tan moderna que ve en ese grupo la unión familiar definitiva. ¿Solución? Silenciar por un año.
3. El grupo de amigos que ves constantemente. No, no salgas, a no ser que quieras ser el apartado social. Lo sentimos, si un día te dan sobredosis de información y mensajes, al siguiente serás tú el intenso que bombardeará con planes a tus contactos. En este grupo no está permitido quejarse, a no ser que seas el aguafiestas.
4. El grupo laboral. Aquí observamos de nuevo dos variantes: en el que está el jefe y en el que no. En el que no, podrás huir en un punto clave: la madrugada, para que tu desaparición sea lo menos escandalosa posible. En este grupo solo se critican las condiciones de la oficina y se envían fotos familiares los fines de semana: si no quieres acabar saturado de críticas o lo sentimos, no tienes familia con la que compartir un domingo en el parque, vete, no pintas nada ahí.
Asimismo, en el que se encuentra tu jefe tendrás que permanecer hasta el final de los tiempos-o hasta que acabe tu contrato laboral-. Limítate a escribir un “jajaja” cada cierto tiempo y asentir con un emoji sonriente cuando pidan tu opinión, recuerda que todo lo que digas en ese grupo puede ser usado en tu contra.
FUENTE: Esquire