Hablar de pederastia o pedofilia nunca es fácil y puede ser un tema no sólo escabroso de tocar sino grotesco, sin embargo, Angelica Rogel hace un extraordinario trabajo de dirección para poder tocar este tema de una forma tan sutil que uno va poco a poco escarbando y descubriendo los hilos de esta historia de una forma artística.

CÓMO APRENDÍ A MANEJAR, es una historia desarrollada en los 60’s – 70’s que cuenta la vida de “Cosita”, una niña que va creciendo en el seno de una familia patriarcal conformada por el abuelo o Papá Grande, el Tío Peck, la abuela, la mamá y la tía Mary. A lo largo del tiempo vamos viajando en su pasado y futuro y vamos descubriendo como es qué, en una metáfora de clases de manejo, ella va sufriendo un abuso.

Esta es la sexta obra de la dramaturga estadounidense Paula Vogel quien ganara el Premio Pulitzer en Drama en 1998. Y llega a México producida por Woo Films en conjunto con Oscar Uriel con traducción y dirección de Angelica Rogel.

Es una obra cruda que retrata la desgarradora cotidianeidad del abuso sexual, el estupro y la impunidad en el núcleo social más importante, la familia. A travez de revivir las memorias de las clases de manejo que le daba su tío.

COMO APRENDÍ A MANEJAR no solo busca mostrarnos una realidad cruda, sino como aprender a encontrar las cicatrices del pasado y como aprender a perdonarnos a nosotros mismos por las culpas que a veces venimos cargando.

La obra es protagonizada por un magistrar elenco, encabezado por Cassandra Ciangherotti que da vida a “Cosita” y acompañada por Juan Carlos Remolina (el Tío Peck) , Mahalat Sanchez (La Mamá y la Tia Mary), Pablo Perroni (El Abuelo) y las aleternates Luz Olvera y Vaita Sosa (en el papel de la abuela) todos excelentemente bien orquestados para poder entregarnos de los mejores papeles que les hemos visto en su vida con actuaciones impecables. (imposible olvidar a Mahalat en el papel de “la Mamá borracha” o a Pablo en “el abuelo”).

How I learned to drive, su título en inglés, es un texto que impactó desde sus primeros montajes en el Vineyard Theatre en Nueva York y que ahora, casi 30 años después, aterriza en escenarios mexicanos para mostrar la atemorizante atemporalidad y universalidad de sus problemáticas.

La obra propone jugar con las convenciones, como si el montaje fuera un regalo a esa niña que desde su ser adulta nos cuenta cómo aprendió a manejar. Y sobre todo cómo aprendió a perdonar, a perdonarse y reconciliarse con ella. Con todo eso, ¿cómo no querer llevar a escena esta obra y compartirla?” declaró la también dramaturga, Angélica Rogel.

La puesta en escena dura 110 minutos y estará sólo un fin de semana más en el Foro Lucerna, este viernes a las 20:30 hrs., el sábado a las 17:00 y 19:45 hrs. y el domingo a las 17:00hrs. Y 19:45 hrs. SOLO 5 FUNCIONES MÁS y ¡NO TE LA PUEDES PERDER!